Compartir espacios públicos: Hay muchas razones por las que puedes enfermarte durante y después de un viaje. Una de las razones más comunes es estar rodeado de más gente de lo habitual, a menudo “en espacios cerrados con otras personas que pueden transmitirte cosas cuando estornudas, toses, etc.”, dice Bawer.
Falta de buen sueño: Viajar puede hacer que su sistema inmunológico se acelere debido al aumento del estrés y la falta de sueño. Los cambios de zona horaria afectan su ritmo circadiano, lo que a su vez afecta su ritmo de sueño. Dormir muy poco puede debilitar su sistema inmunológico. Por eso, es importante priorizar el sueño a la hora de viajar.
cambio de dieta“La mayoría de las personas no comen alimentos equilibrados o nutritivos cuando viajan. Muchas personas también consumen más alcohol u otras sustancias, lo que puede aumentar el riesgo de infección por patógenos y debilitar el sistema inmunológico”, explica Bawer.
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