diciembre 3, 2025
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Se puede saber mucho sobre una empresa por el motivo por el que está dispuesta a demandar. Tomemos como ejemplo a Instacart, que acaba de presentar una demanda contra la ciudad de Nueva York. ¿Es carne de res? A la empresa no le gustan cinco nuevas leyes municipales que entrarán en vigor en enero. Exigirían que Instacart pagara más a los trabajadores y les diera a los clientes una opción de propina de al menos el 10 por ciento.

Reuters informa que la demanda de Instacart impugna la Ley Local 124, que exige que los trabajadores de entrega de alimentos reciban el mismo salario mínimo que los trabajadores de entrega de restaurantes. También cuestionó la Ley Local 107, que requiere opciones de propina del 10 por ciento o más (o un lugar para ingresar manualmente una propina). La demanda también apunta a otras leyes que exigen registros y divulgaciones adicionales. Las nuevas reglas entrarán en vigor el 26 de enero.

Como es típico de las empresas que se quejan de regulaciones que perjudican sus resultados, Instacart enmarcó el problema como una lucha noble por lo que es correcto. “Cuando una ley amenaza con dañar a los compradores, consumidores y tenderos locales -y especialmente cuando lo hace ilegalmente- tenemos la responsabilidad de actuar”, dijo la compañía en una publicación de blog. “Este desafío legal consiste en defender la justicia, la independencia de la que dependen decenas de miles de proveedores de alimentos de la ciudad de Nueva York y un acceso asequible a los alimentos para las personas que más los necesitan”.

Según se informa, la demanda de Instacart afirma que el Congreso ha prohibido a los gobiernos estatales y locales regular los precios en plataformas como la suya. También afirma que la Legislatura del Estado de Nueva York “ha asumido desde hace mucho tiempo la responsabilidad del salario mínimo” y que la Constitución de los Estados Unidos no permite que los estados y ciudades discriminen a las empresas de fuera del estado.

La empresa advierte que si se ve obligada a cumplir, todos saldrán perdiendo. Si las leyes entran en vigor, “Instacart se verá obligada a reestructurar su plataforma, restringir el acceso de los compradores al trabajo, alterar las relaciones con consumidores y minoristas y sufrir violaciones constitucionales sin remedios adecuados”, dice la demanda.

El director ejecutivo de Instacart, Chris Rogers, fue nombrado para el cargo en mayo y tiene un patrimonio neto estimado de al menos 28,6 millones de dólares. Se dice que su predecesor, Fidji Simo, presidente de la junta directiva y ahora en OpenAI, vale alrededor de 72,7 millones de dólares. Si las leyes de salario mínimo de Nueva York van a ser tan desastrosas como afirma Instacart, tal vez podrían intervenir para ayudar.

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