El director ejecutivo de OpenAI, Sam Altman, está pensando en expandirse a la última frontera para los centros de datos y, según se informa, sus esfuerzos por poner ese pensamiento en acción han llevado a conversaciones con Stoke Space, una nueva empresa de cohetes con sede al sur de Seattle.
Las conversaciones con Stoke Space, con sede en Kent, Washington, comenzaron este verano y se reanudaron en otoño, pero ya no están activas, según un informe publicado por The Wall Street Journal.
La medida de Altman abriría un nuevo frente en su competencia con el fundador de SpaceX, Elon Musk, quien recientemente discutió la expansión de los satélites Starlink V3 como centros de datos orbitales para aplicaciones de inteligencia artificial. “SpaceX hará esto”, escribió en una publicación en su plataforma de redes sociales X.
Jeff Bezos, fundador de Amazon y de la empresa espacial Blue Origin, ha expresado un interés similar en los centros de datos orbitales, al igual que el director ejecutivo de Google, Sundar Pichai. Google está trabajando con Planet Labs en un proyecto de procesamiento de datos basado en el espacio llamado Proyecto Suncatcher.
La necesidad del mundo tecnológico de procesamiento y almacenamiento de datos está impulsada por las demandas de recursos en rápido crecimiento de las aplicaciones de inteligencia artificial. Altman abordó el tema en el podcast “This Past Weekend” de Theo Von en julio.
“Estimo que con el tiempo grandes partes del mundo estarán equipadas con centros de datos”, dijo Altman. “Pero no lo sé, porque tal vez los pongamos en el espacio. Tal vez construyamos una gran bola Dyson en el sistema solar y digamos: 'Oye, en realidad no tiene sentido ponerlos en la Tierra'”.
Según fuentes no identificadas citadas por el Journal, Altman estaba explorando la idea de invertir en empresas espaciales para hacer realidad esa idea. Stoke Space, que está trabajando en un cohete totalmente reutilizable llamado Nova, supuestamente se convirtió en el foco de interés de Altman.
Mucho ha cambiado en el campo de la IA en las últimas semanas. OpenAI enfrenta un gran desafío por parte de Google y su chatbot Gemini, y esta semana Altman le dijo a la compañía que se volviera a centrar urgentemente en actualizar ChatGPT, su plataforma insignia de IA. Estas preocupaciones tan realistas sobre el mercado pueden haber sido uno de los factores que dejaron en suspenso las ambiciones espaciales de Altman.
Un portavoz de Stoke Space se negó a comentar sobre el informe del Journal.
Hay otra compañía espacial del área de Seattle que puede ofrecer el tipo de juego que Altman está buscando: Starcloud, con sede en Redmond, Washington, que está desarrollando su propia plataforma de centro de datos de inteligencia artificial en el espacio. Al igual que Stoke Space, Starcloud pasó por el programa acelerador de startups en Y Combinator, que Altman dirigió durante un tiempo antes de convertirse en director ejecutivo de OpenAI.
El mes pasado, Starcloud lanzó su primer satélite de prueba al espacio con un chip de procesamiento de datos Nvidia a bordo. La startup está trabajando con una empresa con sede en Colorado llamada Crusoe para ofrecer una capacidad de procesamiento de GPU limitada en el espacio a principios de 2027.